Sethi y colaboradores publican en el Primary Care Companion to the Journal of Clinical Psychiatry un artículo sobre el Kratom, una sustancia psicoactiva a la que ya nos hemos referido en otras ocasiones. Derivada de la Mitragyna speciosa, una planta oriunda del sureste asiático, tiene propiedades estimulantes a dosis bajas y opioides a dosis altas. Se ha hecho popular en los EEUU como una alternativa barata para el autotratamiento de deprivación de opioides. Se en diversas presentaciones como kratom, mitragyna y otros nombres como ketum, thom, biak y thang. También se usa con O-desmetiltramadol, comercializado como krypton, y se añade a cannabinoides sintéticos como K2 and spice. No es detectable en los uroanálisis convencionales. Los autores señalan los riesgos del producto, tanto por la posibilidad de intoxicación como por el riesgo de dependencia o de deprivación.